El precio del huevo ha experimentado un aumento notable en las últimas semanas, un fenómeno que, aunque recurrente, ha alcanzado niveles más altos este año. En una entrevista con la 1140 AM, Néstor Zarza, presidente de la Asociación de Agricultores del Paraguay, brindó detalles sobre las causas y las expectativas respecto a esta situación.
Zarza comenzó a explicar que la comercialización del huevo se divide en dos ciclos claramente definidos. El primero de ellos, que ocurre desde la primavera hasta el fin del verano, es cuando la oferta suele superar la demanda, lo que lleva a una disminución en los precios. Sin embargo, el segundo ciclo, que comienza en febrero y se extiende hasta finales de junio o julio, se caracteriza por una mayor demanda y precios más altos. «Nosotros le llamamos la temporada alta. Este año, la subida fue más fuerte».
Según el presidente, la principal razón de este aumento radica en la combinación de factores como la mayor demanda en esta época y los efectos de las altas temperaturas, que impactan la producción. «La producción se ve afectada en los meses de diciembre y enero debido al calor, lo que provoca una menor cantidad de huevos disponibles para el mercado», explicó Zarza. A pesar de que este ciclo de precios altos es común, este año se vio con más fuerza debido a una «escasez importante» de productos en el mercado.
Además, Zarza señaló que uno de los factores que ha impactado más fuertemente el precio del huevo es la casi desaparición de los productos de contrabando. «Eso ha permitido que la producción nacional cubra toda la demanda. Antes, los productos de contrabando representaban una parte importante del mercado».
Respecto al comportamiento del consumidor, Zarza señaló que a pesar de la subida de precios, el consumo de huevos sigue siendo estable. «En la última semana, las ventas han bajado ligeramente, pero no de manera significativa», indicó. Los productores, según explicó, están intentando reducir el ritmo de ventas para poder abastecerse adecuadamente. «Esto se debe a que en el ciclo anterior, cuando los precios estaban bajos, muchos productores quedaron sin existencias», añadió.
Un aspecto clave de la entrevista fue la relación entre el precio del huevo y el encarecimiento de otras fuentes de proteína, como la carne. Zarza afirmó que el huevo ha sido una alternativa económica de proteína en medio de los altos precios de la carne. «El huevo sigue siendo una opción accesible, por lo que la demanda no se ha visto tan afectada, incluso cuando los precios suben», comentó. Sin embargo, advirtió que si los precios del huevo continúan en aumento, podría haber una disminución en el consumo.
Sobre la evolución futura de los precios, Zarza indicó que el incremento podría haber llegado a su techo. «Algunas empresas han comenzado a flexibilizar los precios, lo que podría llevar a una estabilización», explicó. No obstante, se reconoce que los precios más altos suelen aplicarse a los productos de lujo, como los huevos envasados en presentaciones especiales. En contraste, los precios de los huevos en los mercados minoristas tienden a ser más bajos. «En las zonas comerciales y mercados, los precios pueden ser más bajos, entre 36.000 y 38.000 guaraníes por caja», señaló Zarza, sugiriendo que el precio máximo de 43.000 guaraníes se aplica solo a las presentaciones de lujo.
Un tema adicional que abordó fue la frescura del huevo, un aspecto que puede influir en la decisión de compra de los consumidores. El presidente de la Asociación explicó que el huevo es un producto muy perecedero y que, para garantizar su calidad, es importante almacenarlo adecuadamente. «El huevo debe consumirse en un plazo de 30 días a temperatura ambiente. Si se almacena en el frigorífico, puede durar más tiempo, pero no es recomendable dejarlo allí por demasiado tiempo», advirtió Zarza. Además, explicó que un método simple para verificar la frescura del huevo es sumergirlo en agua.
También explicó las condiciones de la industria local, señalando que la producción de huevos está altamente influenciada por factores como la genética de las gallinas, la temperatura y la demanda del mercado. «Es importante tener en cuenta que la producción de huevos no es algo que se pueda ajustar rápidamente. Las gallinas tienen un ciclo de vida de alrededor de 100 semanas, lo que limita la capacidad de los productores para adaptar la producción a las variaciones en la demanda», destacó Zarza.
Concluyó resaltando la importancia de la producción nacional en la estabilidad del mercado y cómo la reducción del contrabando ha beneficiado a los productores locales. A pesar de las fluctuaciones en los precios, el huevo sigue siendo una fuente accesible de proteína, y los productores esperan que los precios se estabilicen en las próximas semanas.
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