Recientemente, se conoció que la orden de captura contra el abogado Walter Acosta, quien estaba acusado de agredir a una funcionaria del INTN, fue levantada por la Cámara de Apelaciones, generando gran controversia en el ámbito legal. El abogado Guillermo Cacavelos compartió su opinión sobre este hecho, explicando los detalles del proceso y las implicancias jurídicas de este caso.
Según Cacavelos, la regla general establece que una persona en estado de rebeldía no puede litigar en clandestinidad. “No se puede litigar estando prófugo de la justicia. Al presentarse a disposición del proceso, la persona cesa en su estado de rebeldía y se le imponen medidas cautelares”, expresó. Sin embargo, el abogado Acosta, en su condición de prófugo, presentó un recurso ante la Cámara, que resolvió favorablemente y decidió eximirlo de cualquier medida cautelar. Esto, según Cacavelos, es preocupante, ya que sienta un precedente peligroso para futuros casos.
El abogado también indicó que la presencia de una persona imputada en el proceso penal es esencial para que este avance. “La rebeldía se dicta porque la persona no se ha presentado ante la justicia. Es fundamental que el acusado esté sometido al proceso para que se pueda avanzar legalmente”, explicó Cacavelos.
El caso de Acosta se complica aún más cuando se analiza su salud mental. Durante la conversación, se abordó la preocupación sobre si un abogado que está bajo tratamiento psicológico y no se encuentra en condiciones óptimas de salud mental debería litigar. Destacó la importancia de la salud mental no solo de los abogados, sino también de fiscales y jueces.
Este caso sigue generando debate sobre la impartición de justicia, la salud mental de los operadores judiciales y los mecanismos legales que deben garantizar procesos transparentes y justos para todos.