El hacinamiento en las cárceles paraguayas sigue siendo una problemática preocupante. La Penitenciaría Regional de Concepción es un reflejo de esta crisis, con imágenes que evidencian la sobrepoblación carcelaria. El sistema penitenciario, diseñado para albergar a poco más de 10.000 personas, actualmente cuenta con cerca de 19.000 internos.
El viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, destacó la necesidad de reformas en la aplicación de medidas alternativas a la prisión para reducir el hacinamiento. Señaló que los jueces y fiscales que otorgan estas medidas enfrentan una fuerte presión mediática y social, lo que dificulta su implementación.
A pesar de los esfuerzos por construir nuevas penitenciarías, la solución no pasa solo por la infraestructura, sino por cambios en el sistema judicial. Actualmente, el 60 % de los reclusos no tiene condena, lo que agrava la situación. La implementación de tobilleras electrónicas y la aplicación efectiva de beneficios penitenciarios son algunas de las estrategias planteadas para aliviar la crisis.
Otro desafío es la reinserción social de los internos. La falta de oportunidades laborales y la estigmatización dificultan que las personas que cumplen su condena puedan reinsertarse en la sociedad, generando un círculo vicioso de reincidencia. Según Benítez, se trabaja en nuevos modelos de gestión penitenciaria que incluyen programas de rehabilitación y empleo dentro de los centros de reclusión.
En cuanto a la Penitenciaría de Concepción, las autoridades planean implementar medidas para descongestionar el recinto. Sin embargo, debido a la sobrepoblación en todo el sistema, la reubicación de internos no es una solución viable a largo plazo.
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