Padres de María Sol Chávez se encadenaron frente al Poder Judicial. Foto: Gentileza.
El caso de Sol Chávez se ha vuelto a mencionar tras una reciente decisión judicial que ha generado indignación en su familia y en la opinión pública. Edith de Chávez, madre de la joven fallecida, denuncia que se le ha impuesto una medida cautelar que le impide siquiera mencionar el nombre de la odontóloga condenada por la muerte de su hija.
El trágico caso se remonta a un procedimiento odontológico en el que Sol Chávez recibió una sobredosis de flúor, lo que derivó en su fallecimiento. Tanto la odontóloga como la bioquímica responsables fueron condenadas por homicidio, aunque las sentencias han sido apeladas y el proceso judicial continúa. Ahora, la madre de Sol se enfrenta a una restricción impuesta por el juez José Segundo Velázquez, quien ha determinado que ni ella ni su esposo pueden acercarse ni hacer referencia pública a la profesional condenada.
«Recibí un oficio el jueves a la tarde, pero ni siquiera estaba dirigido a mí ni a mi marido. Estaba dirigido a un comisario como denunciante y a otro como víctima», explicó Edith de Chávez en una entrevista. Según relató, la odontóloga presentó una denuncia por violencia familiar en su contra, argumentando que temía por su vida y solicitando protección judicial.
La madre de Sol señaló que, a pesar del dolor y la indignación, nunca ha actuado con violencia. «Nosotros somos los que perdimos a nuestra hija. Nos encontramos con ellos en el Palacio de Justicia porque somos querellantes y eso genera rabia e impotencia, pero nunca hemos agredido a nadie», sostuvo. Además, cuestionó cómo podrán asistir al nuevo juicio si existe una orden de alejamiento.
El proceso judicial ha estado marcado por recursos y apelaciones que han extendido la búsqueda de justicia. En un segundo juicio, las penas de las condenadas fueron reducidas, lo que provocó una nueva apelación por parte de la familia Chávez. Ahora, esperan que se fije la fecha para una audiencia en la que se determinará la pena definitiva.
«Mi hija recibió 2 gramos de flúor al día por 14 días. Apenas tomó la primera dosis, comenzó a sentirse mal. La bioquímica preparó el veneno sin saber lo que estaba haciendo. Mi hija sufrió muchísimo antes de morir y ahora nos quieren callar», expresó Edith con dolor.
El caso de Sol Chávez ha puesto en el debate público la responsabilidad profesional en el ámbito de la salud, así como la justicia para las víctimas de mala praxis. La madre de la joven fallecida asegura que seguirá luchando por mantener viva la memoria de su hija y por obtener una sentencia justa para quienes considera responsables de su muerte. «Me entregaron a mi hija en una bolsa negra y ellas son las víctimas. Es una vergüenza nuestra justicia», concluyó.