El senador Ever Villalba respondió a las acusaciones surgidas en las últimas horas respecto al supuesto caso de planillerismo que involucra al sobrino de la senadora Celeste Amarilla, Martín Cogliolo Boccia y señaló que se trata de un intento de “vendetta política” y de “distracción” frente a temas de mayor gravedad como las irregularidades en el Instituto Nacional del Cáncer (INCAN).
El legislador aclaró que su asistente Martín contaba con permisos por capacitación y sin goce de sueldo, debidamente autorizados por la presidencia del Congreso, para sus viajes al exterior. “No hay nada que discutir, todo está documentado y registrado en su legajo de personal”, afirmó.
Sobre las acusaciones de planillerismo
Villalba explicó que la normativa del Congreso permite liberar de marcación a hasta tres funcionarios asignados directamente a cada senador, como choferes o asistentes, debido a la naturaleza de su trabajo. En el caso de Martín, además de su salario reducido —que comenzó en G. 3 millones y actualmente llega a G. 4,5 millones tras una reestructuración presupuestaria—, se aplicaron los descuentos correspondientes a los días en que estuvo fuera del país.
“En el formulario F16 tuvo una distracción en el llenado, pero talento humano revisó todo y descontó los días no trabajados. No hay ningún cobro indebido”, señaló el legislador.
El trasfondo político y las prioridades del Senado
Para Villalba, el caso responde a una maniobra para desviar la atención de otros temas urgentes. “Mientras discutimos un supuesto planillerismo de un salario mínimo, estamos dejando de hablar de los 58 millones de dólares perdidos en medicamentos vencidos del INCAN, mientras miles de paraguayos mueren esperando un tratamiento”, cuestionó.
El senador adelantó que presentó un proyecto de declaración para que el informe de la Contraloría sobre el INCAN sea remitido al Ministerio Público y se inicie una investigación exhaustiva. “No podemos seguir en un país donde se juega con la vida de la gente por negocios de amigos del poder”, sentenció.