En la mañana de este miércoles, se registró un intento de motín en la Penitenciaría Regional de Misiones, cuando miembros del Primer Comando Capital (PCC) intentaron tomar control de su pabellón. El conflicto, según informó el viceministro de Política Criminal, Rubén Maciel, se originó por una resistencia durante un procedimiento rutinario de verificación de la presencia de los internos.
El viceministro detalló que el incidente involucró entre 5 y 7 reclusos del pabellón que resisten a los controles diarios, lo que llevó a la intervención de la Policía Nacional con el apoyo del Ministerio Público. Durante la intervención, se encontraron armas blancas, como estoques, y bebidas alcohólicas ilegales dentro del pabellón. Afortunadamente, no hubo heridos de gravedad, pero el enfrentamiento fue descrito como una resistencia física, más que una toma violenta de la prisión.
«Fue un intento de motín por la disputa de liderazgo dentro del pabellón, pero la situación ya está controlada»
También destacó la intervención de las autoridades, quienes se encargaron de registrar los incidentes y realizar las investigaciones pertinentes.
En línea con los primeros reportes de la policía, que desplegó 50 agentes para controlar la situación, se registraron varios reclusos heridos, con al menos 10 de ellos siendo derivados para atención médica. La razón detrás de este intento de levantamiento estaría vinculada, según fuentes policiales, a la disputa por el liderazgo del grupo criminal dentro del centro penitenciario.
La penitenciaría de Misiones ya está siendo intervenida tras la renuncia de su director, Arturo Martínez. Se identificaron debilidades estructurales y de seguridad que permiten el ingreso de contrabando, y según el viceministro, los guardiacárceles podrían estar implicados en la complicidad con el crimen organizado, lo que permitió el acceso de sustancias y objetos prohibidos dentro del penal.
Las autoridades aseguraron que los involucrados en el intento de motín serán trasladados a otras penitenciarías para evitar futuros conflictos. Este incidente subraya una vez más las fallas en la seguridad del sistema penitenciario paraguayo y la necesidad urgente de mejorar el control y la gestión dentro de las cárceles del país.