Modesto Báez, secretario general del Sindicato de Guardias Penitenciarios, conversó sobre la realidad que enfrentan los agentes penitenciarios en Paraguay, destacando la precarización laboral y la falta de medidas de seguridad adecuadas en las cárceles del país.
En el contexto del reciente intento de toma de un pabellón por parte de internos del Primer Comando Capital (PCC) en la Penitenciaría Regional de Misiones, Báez confirmó que «las cosas no entran solas» a los penales y que existe complicidad de algunos funcionarios. «Como en todas las profesiones, estamos los buenos y estamos los malos», expresó.
Condiciones laborales críticas
El dirigente sindical resaltó que el salario de los guardias penitenciarios es insuficiente para la responsabilidad que implica su labor. «El máximo que gana un guardia es de 5 millones de guaraníes, mientras que los contratados reciben cerca de 3 millones, lo que hoy en día ya no es un salario digno», señaló. Además, denunció la falta de equipamiento adecuado, de formación profesional y de seguridad para los trabajadores del sector.
Báez recordó que el año pasado se impulsó una Ley Orgánica Penitenciaria que hubiese permitido la profesionalización del personal y mejores condiciones laborales, pero el presidente de la República la vetó. «El Estado sigue utilizando a los agentes penitenciarios como un botín político en lugar de dotarlos de herramientas para mejorar el sistema», lamentó.
Profesionalización de los agentes penitenciarios
El representante sindical destacó los esfuerzos que se han hecho para mejorar la formación de los guardias. Actualmente, quienes ingresan al servicio deben ser bachilleres y realizar un curso de capacitación que incluye conocimientos sobre armamento, derechos humanos, derecho penal, primeros auxilios y manejo de crisis. Sin embargo, Báez sostuvo que aún falta una normativa que establezca claramente sus responsabilidades y garantice mejores condiciones de trabajo.
«Hoy mismo hay 150 nuevos agentes en formación en la artillería de Paraguay, en un proceso de capacitación de seis semanas, pero aún es insuficiente. Es necesario que la profesionalización sea un proceso continuo y respaldado por la ley», afirmó.
Déficit de personal y sobrecarga laboral
Otro de los problemas que enfrenta el sistema penitenciario es el déficit de agentes. Según Báez, actualmente hay más de 2.000 guardias en el país, pero la mayoría se encuentra bajo contrato y no en cargos nombrados. Esto genera inestabilidad laboral y una sobrecarga de trabajo para el personal.
«Muchos de nuestros compañeros trabajan jornadas extenuantes sin la más mínima seguridad ni reconocimiento. Hoy, por ejemplo, los que entregaron su guardia en la mañana siguen trabajando hasta las 17:00 sin remuneración. El Estado debe asumir su compromiso con los funcionarios penitenciarios», denunció.
Un llamado a la acción
Báez insistió en la necesidad de que las autoridades implementen medidas urgentes para garantizar la seguridad en las cárceles y mejorar las condiciones laborales de los guardias. «Es fundamental que se regule la carga horaria y se brinden garantías laborales. No se trata solo de un salario justo, sino de crear un sistema penitenciario seguro y eficiente», concluyó.
El sindicato de guardias penitenciarios seguirá insistiendo en estas reivindicaciones y pide mayor atención del Gobierno para fortalecer el sistema de seguridad en los penales y evitar incidentes como el ocurrido en Misiones.