La inestabilidad en los precios de las hortalizas sigue siendo una preocupación constante para comerciantes y consumidores en Paraguay. Karen Leguizamón, presidenta de la Asociación de Importadores y Comerciantes frutihortícolas del Mercado Central de Abasto de Asunción, explicó a la 1140 AM que los valores de productos básicos como el tomate, la papa y la cebolla varían drásticamente debido a la dependencia de las importaciones y la falta de gestión por parte de las autoridades.
«El lunes, por ejemplo, la caja de tomate estaba a 70.000 guaraníes, pero hoy ya subió a 100.000 porque en Argentina los precios están aumentando», comentó. La papa, que hace un mes se vendía a 90.000 guaraníes la bolsa, ahora se encuentra a 60.000, mientras que la cebolla, que llegó a costar hasta 90.000, hoy está en 50.000 guaraníes.
La líder gremial destacó que la volatilidad de los precios en el mercado mayorista es constante y depende en gran medida de la oferta y demanda en países vecinos. «Nosotros no podemos fijar precios estables porque el 80% de los productos provienen de la importación. No hay un sistema que regule esto de manera efectiva», afirmó.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los comerciantes es la falta de una mesa de trabajo que involucre a todos los sectores de la cadena productiva. «Nunca se ha hecho una mesa de diálogo para analizar los precios y defender la calidad de los productos para los consumidores. Es algo que vengo pidiendo hace tiempo», manifestó.
En cuanto a la importación, Karen mencionó que, aunque se ha permitido nuevamente la entrada de ciertos productos como el tomate, otros como el locote verde siguen restringidos, generando inconvenientes en la oferta. «Muchos se quejan del precio del locote, pero deben saber que solo se comercializa la producción nacional, ya que no se habilitó la importación. Y la realidad es que no tenemos suficiente producción local para abastecer el mercado», explicó.
La comerciante también cuestionó la falta de digitalización en los registros del Ministerio de Agricultura y Ganadería. «Si pido un informe de la producción nacional, lo siguen manejando en planillas a mano con apodos. No hay un sistema integrado que nos diga cuántos productores hay, qué cantidad tienen y a qué precio están vendiendo», criticó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades para tomar acciones concretas. «Espero que este año se pongan las pilas y convoquen a todos los sectores: el mercado de abasto, el Ministerio de Agricultura, la Defensoría del Consumidor y los gremios. La gente merece soluciones y precios justos», concluyó.
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