En el marco del Día de la Salud Mental, el Licenciado Richard Salerno enfatiza una verdad crucial: «Sin salud mental, no vamos a tener salud». Si bien existen encomiables esfuerzos, como los espacios de contención para niñas víctimas de abuso y violación, y la habilitación de la línea de emergencia 155, la realidad en Paraguay dista de ser suficiente.
Ante una crisis o la ideación de autolesión, la línea 155 («Tu salud mental importa») se erige como el recurso de ayuda inmediata más rápido, operando de forma gratuita y confidencial a nivel nacional. Además, existen otras instituciones a las que se puede recurrir, como el Hospital Neuropsiquiátrico, el área de salud mental del Hospital de Clínicas, y el consultorio comunitario de la Cátedra de Filosofía Clínica de la Facultad de Filosofía UNA.
Uno de los desafíos más críticos es la detección temprana de la depresión infantil. El Lic. Salerno detalla que los síntomas en un niño de 7 años pueden manifestarse a través de:
- Cambios bruscos de ánimo: irritabilidad, irascibilidad o tristeza profunda.
- Aislamiento y Retraimiento: Pérdida de interés en el juego y actividades que antes disfrutaba.
- Problemas Somáticos y Escolares: Manifestación continua de dolores físicos (cabeza, panza) y rechazo a ir a la escuela.
- Regresiones: Retrocesos en aspectos evolutivos, como volver a mojar la cama.
Dos factores han exacerbado la vulnerabilidad. En primer lugar, la red de apoyo (las personas a las que se puede recurrir) se está deteriorando, especialmente en zonas urbanas. Esta fragmentación del tejido social es «muy peligrosa», pues la contención comunitaria puede salvar vidas.
En segundo lugar, el acceso ilimitado a internet y pantallas sin control parental está exponiendo a niños pequeños a información y contenidos (incluyendo pornografía infantil) para los cuales su cerebro no está preparado. El Licenciado insiste en la necesidad de limitar el acceso a pantallas hasta los 14 o 15 años, promoviendo el desarrollo cerebral a través de actividades lúdicas, arte y actividad física, en lugar de exponerlos a una «adicción a la gratificación inmediata» y a la puerta de entrada a riesgos como la depresión y el suicidio.
Concientizar y Acompañar: El Poder del Amor y la Empatía
«Existe la creencia errónea de que si se habla de suicidio se induce, eso no es verdad,» afirma el Lic. Salerno. La conversación abierta sobre la depresión y el suicidio es esencial para la concientización. Es vital generar espacios donde se pueda hablar de lo que nos pasa, identificar y gestionar las emociones. En este camino, la herramienta más poderosa para acompañar a los niños y adolescentes en sus momentos de estrés y «metamorfosis» es el amor y la empatía, elementos que marcan una diferencia crucial en el desarrollo de sus recursos de afrontamiento.