El Diputado Raúl Benítez presentó detalles del proyecto «Ko’ape», una iniciativa legislativa que busca abordar el déficit habitacional en Paraguay, especialmente entre los jóvenes, proponiendo la rehabilitación de edificios públicos abandonados en Asunción para convertirlos en viviendas asequibles.
Benítez, quien citó como ejemplo el deterioro visible del antiguo edificio del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), criticó la «irresponsabilidad por parte del Gobierno» al permitir la rapiña y el abandono total de propiedades estatales, una de las cuales, según anunció, ya está prevista para subasta.
«El punto del proyecto ‘Ko’ape’ justamente era poner sobre la mesa, la conversación sobre la situación de las viviendas en nuestro país,» explicó Benítez. El diputado destacó que el país enfrenta un déficit de alrededor de 200.000 viviendas y que solo uno de cada diez jóvenes se considera jefe de hogar.
El proyecto «Ko’ape» se erige como una alternativa al modelo actual del Ministerio de Urbanismo, al que Benítez calificó de «completamente obsoleto.» Según el legislador, las viviendas construidas en la periferia generan un sobrecosto del 183% (casi el doble) debido a la necesidad posterior de infraestructura adicional (caminos, desagües, salud, escuelas), que además «mata el plan de un posible sistema de transporte nuevo.»
El enfoque de «Ko’ape» busca que «todos ganemos»: mejor calidad de vida para los ciudadanos con acceso a servicios públicos, una reactivación de la economía de la zona, y un uso más eficiente del dinero del Estado.
Una vez habitado, el proyecto contempla la formación de una cooperativa entre los habitantes del edificio para el mantenimiento. Esto elimina la necesidad de lucro de un desarrollador inmobiliario: «Sin ese porcentaje que corresponde al lucro del desarrollo inmobiliario… se disminuyen las expensas de acuerdo a los costos de mantenimiento que tiene el edificio nada más,» aclaró.
El proyecto es visto como un piloto para iniciar la renovación integral del centro histórico de Asunción, el cual tiene una baja densidad poblacional (alrededor de 35 personas por hectárea), muy por debajo del mínimo recomendado de 70. A pesar de las barreras políticas que prevé, el diputado Benítez afirmó que mantendrá la instancia de diálogo con sus colegas para impulsar la iniciativa.

