Una herramienta creada en Paraguay está generando impacto global. El caso reciente de una madre en Nairobi, Kenia, publicado por la organización internacional Unbound, destaca cómo el Semáforo de Eliminación de Pobreza —desarrollado por la Fundación Paraguaya— está cambiando realidades desde el corazón de África hasta las comunidades rurales del Chaco.
La historia inicia con una mujer en situación de pobreza extrema, cuya vivienda consistía en un solo ambiente donde se cocinaba, dormía y convivía, sin acceso a electricidad ni servicios sanitarios básicos. A través del Semáforo —una herramienta visual, práctica e intuitiva— pudo identificar sus principales carencias, marcadas en rojo, y comenzar un camino de superación, transformando progresivamente esos indicadores en verde.
El cambio fue tangible: comenzó a ahorrar con regularidad, reorganizar prioridades familiares y redefinir su futuro. “Cuando te preguntan si tu cocina es de carbón o de gas… te das cuenta de que eres tú quien vive en la pobreza. Así que te motivas a trabajar duro para no sentirte abandonado”, señala la protagonista del artículo publicado por Unbound.
De Paraguay a Nairobi: un puente de soluciones
El Semáforo de Eliminación de Pobreza no es solo un invento nacional: es un legado en expansión. Ya se aplica en cerca de 60 países, y ha sido adoptado por gobiernos, organizaciones sociales, empresas y comunidades que buscan una herramienta concreta para diagnosticar y combatir la pobreza multidimensional.
Este modelo demuestra que el desarrollo no requiere estructuras complejas, sino metodologías centradas en las personas. Con una interfaz accesible, adaptada a contextos urbanos y rurales, permite a cada familia identificar su situación, definir sus metas y avanzar con acompañamiento y decisión.
En Paraguay, esta experiencia se vuelve espejo. Miles de mujeres en zonas rurales enfrentan condiciones similares a las de Nairobi: ingresos irregulares, servicios limitados, viviendas precarias. Pero también comparten la misma fuerza para salir adelante. El Semáforo, al igual que en África, permite que ellas sean las protagonistas del cambio, trazando su propio mapa hacia la dignidad.

Una herramienta, múltiples transformaciones
Lo verdaderamente revolucionario del Semáforo es que no solo mide la pobreza: moviliza acciones. Su enfoque fomenta el protagonismo real, lejos del asistencialismo. Las personas no son vistas como “beneficiarias”, sino como agentes activos de cambio.
Desde la Fundación Paraguaya —reconocida internacionalmente por este modelo— se demuestra que el desarrollo social no es una teoría abstracta, sino una realidad construida con herramientas claras, acción comunitaria y visión de largo plazo.
Hoy, gracias a este instrumento nacido en Paraguay, mujeres de distintas partes del mundo están reescribiendo su historia. Y eso nos permite afirmar que la lucha contra la pobreza puede tener sello local, pero con impacto universal.
📌 Leé el artículo completo en Unbound: Poverty Stoplight: Improving Saving

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