“Esto no es solo corrupción. Es criminal”, denunció el ministro de Agricultura, Carlos Giménez, al referirse al esquema de sobornos y contrabando que afecta al mercado local.
El ministro confirmó que camiones con productos importados ingresaban de forma irregular y que luego se “legalizaban” con certificados falsos vendidos por funcionarios.
“El certificado es gratuito. Pero lo vendían para justificar contrabando. ¿Y quién paga al final? La señora del mercado, el consumidor, el productor honesto”, afirmó.
Productos como cebolla, papa, zanahoria y tomate son los más afectados por esta competencia desleal, según el ministro, quien señaló que el contrabando destruye el esfuerzo del pequeño agricultor.
“Gente inescrupulosa negociaba certificados mientras el productor nacional luchaba contra la sequía, las heladas y las deudas”, dijo. “Eso es lo que realmente duele.”
Reforma urgente del SENAVE y el sistema fitosanitario
“Se instaló un sistema perverso dentro del SENAVE que permitió por años la venta de certificados falsos para legalizar contrabando”, aseguró el ministro.
Aunque el SENAVE depende estructuralmente del Ministerio, actúa con autonomía total, lo que dificultó controles y permitió la creación de redes internas de corrupción.
“No es justo que el que produce desde las 3 AM, con esfuerzo y sin garantías, sea aplastado por una red que solo piensa en ganar dinero rápido”, expresó Giménez.
El ministro pidió una reforma estructural urgente, mayor transparencia y control efectivo: “Solo así vamos a poder proteger al productor nacional y al consumidor”.
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