El jefe del Departamento de Investigación de Homicidios, Comisario Richard Vera, brindó detalles sobre la investigación del sicariato del teniente coronel Guillermo Moral y expresó su profunda preocupación por la filtración a la prensa de los rostros de los presuntos autores, jóvenes de 18 y 16 años.
En una entrevista, el Comisario Vera lamentó que la difusión de las imágenes, mientras se realizaban tareas técnicas de individualización e identificación, pueda poner en riesgo el éxito de la operación.
«Lamento que todo haya sido así, porque eso va totalmente en contra de mi trabajo, del trabajo de la policía,» afirmó el Comisario. «La difusión de esas imágenes hace que las personas involucradas sean alertadas de repente y que busquen eludir la justicia.»
Vera reconoció que la exposición de los presuntos sicarios, especialmente por la naturaleza del hecho, plantea otro temor: que la misma estructura criminal decida eliminarlos. «Es otra de las posibilidades también. Es una situación que no se puede descartar por la forma en que se da justamente el hecho,» señaló.
Sobre la identidad de los sospechosos, el Comisario confirmó la sorprendente juventud de los implicados: el mayor tiene 18 años y el otro, 16 años. Consultas a los registros policiales indican que no contaban con antecedentes en el sistema.
El Comisario Vera detalló que, geográficamente, los jóvenes residían a unos 20 minutos de distancia uno del otro, en la zona de San Antonio. Ambos vivían en compañía de familiares y, según los comentarios recogidos, llevaban una vida aparentemente normal en el área.
Respecto a su paradero, el Servicio de Inteligencia policial maneja la hipótesis de que aún permanecen en territorio paraguayo.
Finalmente, el Comisario aclaró que la tarea prioritaria de la Policía es resolver el hecho, y que la involucración de otras instituciones del Estado, como el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, en el caso del adolescente de 16 años, correría por parte de dichas entidades.