El comisario Diosnel Alarcón, jefe de Investigación de Cibercrimen de la Policía Nacional, explicó cómo operan las organizaciones criminales dedicadas al robo de teléfonos celulares y posterior extracción de dinero de las cuentas de sus víctimas. La investigación, que se extendió por casi tres meses, permitió desarticular parte de esta red que contaba con múltiples integrantes y un alto grado de especialización técnica.
El modus operandi: del hurto físico al fraude digital
Según Alarcón, estas bandas actúan principalmente en lugares concurridos como semáforos y conciertos, donde sustraen los teléfonos móviles para luego derivarlos a técnicos especializados. Estos se encargan de vulnerar la seguridad del dispositivo, romper contraseñas y acceder a aplicaciones bancarias.
“Muchas personas tienen guardados sus usuarios y contraseñas por comodidad. Esto facilita que los delincuentes accedan directamente a sus cuentas una vez desbloqueado el teléfono”, detalló el jefe policial. En otros casos, los atacantes logran restablecer claves de acceso mediante mensajes de texto o correos electrónicos, ya que tienen en su poder la línea del afectado.
Aunque las entidades financieras avanzan en la implementación de sistemas de seguridad de múltiples factores —PIN, token, identificación del dispositivo y biometría—, aún existen bancos y aplicaciones vulnerables donde los delincuentes logran ingresar y realizar transferencias fraudulentas.
La importancia de proteger el teléfono
El comisario Alarcón insistió en la necesidad de que los usuarios activen todas las capas de seguridad disponibles en sus dispositivos. “Hoy los teléfonos permiten configurar el acceso mediante reconocimiento facial o dactilar para aplicaciones sensibles como galerías de fotos o banca móvil. Es una herramienta clave que puede impedir el robo de datos y dinero, aun cuando el teléfono sea sustraído físicamente”, afirmó.
Asimismo, recomendó evitar almacenar contraseñas en aplicaciones, habilitar el Face ID o equivalente en Android y descargar únicamente apps verificadas por las tiendas oficiales, ya que algunas versiones no certificadas pueden ser puertas de entrada para ataques.
iOS vs Android ¿cuál es más seguro?
Consultado sobre la diferencia entre sistemas operativos, Alarcón señaló que la vulnerabilidad depende más del usuario que del dispositivo. “Android ofrece más opciones para descargar aplicaciones fuera de la tienda oficial, lo que puede ser un riesgo si no están certificadas. En cambio, iPhone solo permite instalar aplicaciones verificadas, lo que añade una capa de seguridad adicional”, explicó.
Recomendaciones de seguridad:
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Activar el reconocimiento facial o huella para proteger aplicaciones sensibles.
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No guardar contraseñas en el dispositivo.
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Descargar solo aplicaciones verificadas en tiendas oficiales.
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Habilitar sistemas de seguridad de múltiples factores en cuentas bancarias.