La Comisión Nacional de la Competencia (CONACOM) cumple un rol central en la protección de los mercados y de los derechos de los consumidores en Paraguay, aun cuando su trabajo no siempre es visible para la ciudadanía. Así lo explicó su presidente, Eduardo Barros, durante una entrevista en Central Radio 1140 AM, en la que detalló las funciones del organismo, los desafíos institucionales y los efectos concretos de sus decisiones en la economía nacional.
Fortalecer capacidades institucionales.
Durante la conversación, el titular del organismo reconoció que para cumplir plenamente con sus funciones es necesario fortalecer la institución. A ello se suma la dimensión tecnológica. Barros explicó que contar con mayor capacidad tecnológica permitiría a la CONACOM llevar adelante de manera más eficiente las tareas que le asigna la ley, en un contexto de mercados cada vez más complejos y dinámicos.
Cuando la competencia se rompe.
Barros explicó que las conductas anticompetitivas, como la fijación de precios o el reparto de mercados, generan distorsiones que afectan directamente a los consumidores. “Si nos ponemos de acuerdo en fijar un precio, ya no vamos a competir más”.
Indicó que la CONACOM actúa tanto en la persecución de estas conductas como en el control de concentraciones económicas, evaluando si una operación puede crear o reforzar una posición dominante.
Un impacto que llega a todos.
Barros remarcó que sus efectos alcanzan a toda la población. “Muchas veces el paraguayo de a pie no sabe que existe la CONACOM o qué hace, pero los efectos le llegan a todos”, afirmó.
“Ese efecto que hoy está beneficiando a todos los paraguayos surge de una actuación de la CONACOM”, sostuvo. En ese sentido, destacó que la libre competencia “trae innovación, trae mejores productos y trae mejores precios”, y que ese es el objetivo final del organismo.
